Socialización de los cachorros
La socialización es la capacidad de los cachorros para aprender cómo interactuar con otros miembros de su propia especie, con otros animales, con humanos y distintos entornos. Si con cualquier raza de perros es importante realizar una buena socialización de los cachorros, con los perros lobos checoslovacos es fundamental. De esta forma se asentarán los cimientos para que el individuo se pueda enfrentar con normalidad con los nuevos estímulos que vaya encontrando a lo largo de su vida.
Sabemos que los perros, por naturaleza, son animales sociales y, al igual que sus antepasados, busca vivir en manada. Eso no incluye a sólo a su propia especie, sino también a nosotros, sus compañeros humanos. Precisamente es por ello que la socialización es algo tan importante para un perro, que durante toda su vida se relacionará con otros perros, personas y otros animales y no sólo con estos, sino con todos los estímulos que provengan de la sociedad, ruidos, lugares, situaciones...
Un perro debe ser socialmente competente ante cualquier situación que se le presente y eso sólo se consigue de una manera: con una variada e intensa socialización.
La madre de la camada es la que aporta a la camada el aprendizaje básico de cómo de relacionarse socialmente con sus congéneres. Para el resto, es muy conveniente que se someta gradualmente a los cachorros al máximo de estímulos posibles. El periodo crítico para la socialización es hasta unas 8-12 semanas de vida. Aquellos cachorros que no hayan recibido determinados estímulos en esa etapa, luego será muy difícil que sean capaces de gestionarlos, pudiendo convertirse en miedos e inseguridades.
Como los cachorros son entregados a sus nuevos dueños sobre las 8 semanas de edad, es muy importante el trabajo de socialización que hayan hecho los criadores con ellos durante esos primeros dos meses. Después de ello, la socialización debe de continuar a cargo de los nuevos propietarios, deben de seguir realizando la labor de someter a los perros a diferentes estímulos y situaciones, para consolidar la confianza del perro y que asimile el máximo de variedad de distintas situaciones:
- Con personas: que conozcan distintas personas, de distintas edades, de distinto aspecto (por ejemplo, incluyendo gafas de sol, bastones, muletas, etc).
- Lugares o entornos: zonas urbanas transitadas, parques, centros comerciales, piscinas, transportines, distintos tipos de suelos, escaleras, ascensores, viajar en coche, visitar la clínica veterinaria aunque sea sólo por saludar para positivizar el lugar y al personal, etc.
- Exponerlos a diferentes estímulos: ruidos de electrodomésticos o herramientas (lavadora, aspiradora, taldradora), instrumentos de cocina, distinto tipos de olores, ruidos de tráfico, ruidos de niños jugando, acostumbrarlos a pasear con correa, etc.
Hay que seguir trabajando con los animales para que puedan acostumbrarse a todas circunstancias posibles, de tal forma que puedan llegar a su edad adulta como individuos equilibrados, facilitando así la integración del perro en el mundo que le rodea. De este modo, tanto el perro como las personas con las que convive, serán más felices porque tendrán mutuamente en el día a día una relación mucho más plena y satisfactoria.
Aunque resulte un poco obvio, no está de más matizar que hay que tener un poco de sensibilidad y de racionalidad a la hora de socializar, es decir, que cuando vayamos a intentar someter a un perro de cualquier edad a un determinado estímulo o ejercicio, hay que conocerlos y saber a cuáles son sus límites y las situaciones a las que pueden enfrentarse (por ejemplo, si un perro no está preparado, jamás debería de ser forzado a entrar a pasear en una feria y, si lo hace, en cuanto mostrara el menor síntoma de estrés lo mejor sería sacarlo de allí antes de que se convierta en una situación negativa o traumática. Entonces podría plantearse el trabajar progresivamente al ritmo que necesite el individuo hasta que se consiguiera).
Síntomas claros de estrés es respiración rápida o jadear, bostezar repetidamente, lamerse contínuamente la nariz y, ya en un modo más intenso, el perro puede comenzar a salivar copiosamente. En estos casos, es mejor terminar con la situación que le provoca tanto estrés al perro (pero intentando retirarnos tranquilamente, sin huir precipitadamente) y llevarlo a un lugar tranquilo a que descanse y que asimile la vivencia, a ser posible mediante un sueñecito reparador.
De esta forma, aunque claramente se parte de la premisa de que la socialización es necesaria y beneficiosa, no se puede abusar de ella, porque podría ser perjudicial si se fuerza mucho al perro e incluso podría generar fobias si se sobrepasa su nivel de tolerancia (ante cualquier duda de si se está realizando correctamente, no hay que esperar y sería mejor ir a consultar a un profesional). Hay que buscar un equilibrio y una proporcionalidad en los estímulos que se proporcionan a los cachorros, para no pecar ni por exceso ni por defecto.
En líneas generales, estamos muy orgullosos de la socialización realizada a los cachorros de Sangre de Lobo Kennel. Han recibido una buena base y sus dueños han continuado el trabajo, así que todos están creciendo de forma equilibrada y con mucha autoconfianza. Viendo los buenos resultados, tenemos claro que vamos en una buena dirección. Esperamos que los futuros interesados de esta raza se informen bien sobre la importancia de realizar una buena socialización por parte de los criadores y puedan así decidir mejor cuál será el criadero en el que van a elegir adquirir a su futuro compañero. Es fundamental que los cachorros tengan una intensa socialización al ser entregados a sus nuevos propietarios, así como también es muy importante que ellos estén concienciados a que el trabajo no se termina ahí, es necesario que lo continúen ellos.
Seguramente esta sea la mejor forma de conseguir que los cachorros se desarrollen y que lleguen a hacerse unos adultos con los que la convivencia sea agradable y ejemplar, evitando así que se puedan producir fobias o comportamientos indeseados que, como tristemente podemos observar en esta raza y también en otras de temperamento fuerte, al alcanzar la edad adulta pueden traducirse en que los dueños desisten de intentar corregir a sus animales y dejan a los pobres adopción, con las consiguientes taras que tendrán que intentar corregir después sus siguientes guias (más difícilmente de solucionar, al estar más arraigadas).
Por último, en cuanto al socialización de perros, comentar que en España, la Comisión de Trabajo y Utilidad de la Real Sociedad Canina de España (RSCE), definió el nuevo Reglamento de la Prueba de Sociabilidad para Perros de Utilidad y Deporte. Su objetivo es evaluar el comportamiento social y el carácter del perro para una buena integración en la sociedad, así como el grado de educación básica que ha alcanzado cada individuo. Es una forma de fomentar el trabajo de los dueños con los perros, así como un plus más a la hora de seleccionar individuos más aptos para la cría, siendo incluso un paso previo obligatorio el haber superado esta prueba antes de poder acceder a las diferentes pruebas más específicas y avanzadas de otras disciplinas de trabajo.
Sangre de Lobo Kennel - Cria y Selección de Perro Lobo Checoslovaco